En su interior se puede visitar un museo etnográfico de gran interés. Contiene muestras de las especialidades artesanales de la comarca, desde cantería a cestería pasando por encaje, cerámica, zuecos o lino, entre otras.
Relevancia:
Castillo del s. XIII
Especificaciones:
Se comenzó a levantar en el siglo XIII, completándose durante el XIV y el XV. Presenta un excelente estado de conservación. Cuenta con murallas y foso, sobre el que se tiende un puente levadizo. El edificio está construido en planta poligonal y tiene cuatro torres y patio de armas. Sus muros, de casi dos metros de espesor, soportaron frecuentes ataques durante las Guerras Irmandiñas. Fue objeto de encarnizadas disputas por parte del arzobispo de Compostela y la familia de los Moscoso, dos de los poderes más importantes de la Galicia medieval. Durante siglos fue residencia de los condes de Altamira, hasta que lo vendieron a la familia Martelo. Finalmente pasó a pertenecer a la Diputación de A Coruña, institución que lo rehabilitó y dedicó a uso público.