El descenso se hace en embarcaciones auto vaciables e insumergibles de dos-tres plazas en grupos reducidos, con chalecos salvavidas. El participante disfruta de una atractiva actividad en un entorno privilegiado, con emocionantes rápidos e interesantes avistamientos de aves, de una flora, fauna y paisajes espectaculares. La duración aproximada de cada descenso es de tres-cuatro horas desde la salida de Coria hasta el retorno de los participantes al punto de partida.
Hacia la mitad del descenso, se hace una parada en la frescura de la sombra de una chopera para que el monitor ofrezca un “panideo” extremeño. Salvaguardando todas las medidas higiénicas, se invita a los participantes a degustar queso semi-curado de cabra de Acehuche, matanza extremeña, pan de pueblo, etc. Una bota con vino de Extremadura corre de mano en mano entre los mayores y agua, fruta y hortaliza de temporada de la comarca del Valle del Alagón se reparten para todos. Generamos un momento especial en el descenso para establecer relaciones y estrechar vínculos, descansamos un poquito y reponemos fuerzas y energía para continuar con la aventura.
El descenso termina en el merendero de Casillas de Coria. Allí se recibe a los grupos de participantes, se recoge el material utilizado para retornarlo y finalmente, después de otro pequeño descanso, se organiza la vuelta a Coria con los medios propios de la organización.