Se encuentra a unos cinco kilómetros del casco urbano, del siglo XVIII pero remodelada en 1929, y sin lugar a dudas, en uno de los lugares más frecuentados por todos los yunqueranos. Se llega a través del camino que parte junto al área recreativa de los Arbolitos y el camino discurre entre eucaliptos y pinares, bosques de castaños, cerezos y viñedos entre otros tipos de cultivos. Es frecuente encontrar siempre por este camino fieles yunqueranos que acuden a darle gracias a la Virgen Chiquita.
Especificaciones:
Se trata de una construcción muy simple, de planta rectangular con armadura de madera a dos aguas. En uno de sus muros se abre un pequeño camarín de planta octogonal con yeserías decoradas en los ángulos. La pequeña estructura está rematada por una cúpula pintada al estilo rococó de principios del siglo XIX. Esta ermita es un lugar de peregrinación de yunqueranos y yunqueranas que visitan a la Virgen Chiquita. Sobre la construcción hay dos versiones. Una de ellas, que un pastorcillo se encuentra una Virgen pequeñita, la cual se lleva al pueblo en su pequeño zurrón, y al llegar a la localidad de Yunquera, la imagen le habla en un manantial que le pide que se ofrezca veneración en el lugar. Otra leyenda, cuenta que un paisano marchó a América, y al volver en la travesía es sorprendido junto con todos los pasajeros en una terrible tormenta en pleno mar. Viendo el peligro que se acercaba, y como consecuencia de la pérdida de su vida, se aclama a la Virgen del Carmen, aplacando la terrible tormenta y quedando todos a salvo. El paisano, en agradecimiento, construye la ermita de Porticate. Desde entonces, se celebra la romería de la Virgen de Porticate que tiene lugar el 15 de agosto. Previamente, a esta celebración, entorno al 16 de julio, la virgen de Porticate es trasladada hasta la Iglesia dónde pasará un mes hasta que vuelva a su lugar habitual.
Relevancia:
Monumento visitable